Puno es un lugar turístico por su cercanía con el Lago Titicaca y Sullistani. Esta ciudad de por sí no es muy interesante y de aspecto luce bastante mal. Gran parte de los edificios están hechos de adobe y las cubiertas están hechas en metal. El centro es pequeño.
La Plaza de Armas, con su Catedral, son unos de los atractivos más interesantes para los visitantes. Por la avenida la Torre hay una estación de tren y un mercado de verduras y frutas. Por las pequeñas calles de Puno es común ver montones de bicicletas que la gente utiliza para movilizarse.
Las bicicletas también movilizan a los turistas, es decir, son taxis urbanos que llevan a los visitantes a la final de la Avenida del Puerto y la Avenida Titicaca. Los viajes en barco se ofrecen con una guía a las islas flotantes de los Uros y las islas de Taquile y Amantaní.
Puno es una ciudad de folclore, música y danza. En ningún otro lugar del Perú se practica tantos bailes distintos como en Puno, de hecho por los alrededores de la ciudad, todavía se practican más de 300 tipos de danzas.
Los indios que vivían a orillas del Lago Titicaca construían sus barcas flotantes con la abundante Totora que crece en los alrededores. Hoy, siglos después de los incas, los indios sobreviven de la pesca artesanal y viven en sus islas flotantes.
La totora es también parte del menú, con un sabor algo amargo y dulce. Hay guías que animan a los visitantes a probar las raíces de la totora, que es blanca y comestible, aunque el riesgo de sufrir una indigestión es elevado al hacer esto, sólo por un tema de poca costumbre.