Perú tiene numerosos sitios arqueológicos para recorrer y deleitarse con su cautivante historia, belleza nivel de detalle, además que muchos sitios todavía se conservan casi intactos.
Uno de estos sitios es la Fortaleza de Kuelap, ubicada cerca de Cachapoyas, en la provincia de Luya. Esta fortaleza exhibe murallas que miden más de 20 metros de altura y se erige sobre los 3.000 m.s.n.m., en los andes amazónicos del departamento de Amazonas.
La enorme muralla tenía por fin, como toda fortaleza, proteger la ciudad, y allí se puede ver los puestos de vigilancia, un torreón y tres ingresos muy estrechos que eran así a fin de hacer más fácil su defensa por un solo guerrero en caso de intromisiones. Los únicos que pudieron contra los cachapoya fueron los quechuas del Imperio Incaico.
Los callejones amurallados con formas de embudo hacen del lugar un misterio, y esta forma es por razones prácticas, porque tal como les decía antes, ir estrechando los pasadizos hacia la defensa del lugar mucho más fácil por parte de un solo guerrero, es decir, así los entrometidos irían cayendo uno por uno.
Hacia el lado izquierdo del pasadizo hay una serie de viviendas semicirculares que se conservan en perfectas condiciones, aunque algunas se han restaurado para exhibirlas a las visitas. En el lugar hay orquídeas y bromelias que aromatizan y decoran el ambiente. En el Tintero se cree que se realizaban sacrificios humanos y rituales, aunque la verdad nadie la sabe, ya que los cachapoyas tenían muchos secretos y entre medio del espeso follaje, crearon un sitio para vivir con condiciones privilegiadas, en plena cima de las montañas, con aire puro y una armonía que se siente desde lejos.
La ciudad de los cachapoyas es de piedra, labrada con diseños antropomórficos y de animales, diseños que con el tiempo fueron evolucionando hacia diseños geométricos.
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