Los peruanos históricamente viven quejándose porque supuestamente no tienen mar y que se yo, pero resultas ser que conozco al menos tres balnearios bastante completos como para desmentir aquella afirmación y tirarlos al agua en su afán por hacer creer al mundo que no tienen ni un pedacito de mar y así justificar sus eventuales y a veces no tan eventuales arremetidas en contra del gobierno chileno, extorsionando con que no van a dar energía o qué sé yo si no les dan mar, y fíjense que hasta un pedazo del puerto de Arica es para uso y usufructo de ellos sin que tengan que pagar nada, pero mejor no sigo, que estas cuestiones son para los que se amargan de ver estas suciedades de la política.

Máncora se ubica en el departamento de Piura y es un punto reconocido para ir a surfear. Desde Lima, Máncora se encuentra a unos 1.200 kilómetros de distancia y desde la frontera con Ecuador a unos 120 kilómetros.

El agua de la playa no es ni fría ni caliente, el clima a veces es bastante húmedo a pesar que a veces hay mucho sol, como la mayor parte del tiempo, en que se siente una sensación térmica bastante cálida.

Aquí hay playas para todos los surfistas, es decir, para principiantes, no tanto y los expertos. Hay espacio suficiente para que se lancen a navegar si quieren, y por las noches, no falta la bohemia en los bares que abren durante toda la noche. Al amanecer, para reponerse, lo mejor es comer un Chilcano, un plato a base de pescado. Bueno que para todos los que ya saben lo que es amanecer mal de la garganta, siempre hay uno que otro mercado donde ir a reponer energías.

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