valle sagrado.jpg

En Perú, hay actividades que son tradicionales y que se vienen arrastrando por tiempos ancestrales, como el trabajo en cuys, chicha y tejidos. Todo esto viene muy bien conocerlo cuando hay tanta oferta de vuelos a Lima, y en vuelos que están bastante económicos.

Las familias que se dedican a estas actividades tradicionales, viven en un entorno tranquilo, rodeados del Valle Sagrado, que es capaz de cansar hasta al más atleta de los visitantes. Cuando uno entra a una de éstas casas, puede sentir un intenso aroma a hierbas, y es que en las zonas rurales, es común que las personas tengan una especie de huerta orgánica, con romero, quínua, salvia y hojas de coca, que sirven para preparar un mate de coca a cualquier hora, y así espantar cualquier dolor estomacal, o de cabeza, y estimular el pensamiento creativo que dará forma a los tejidos.

Se dice por estos lados, que quemar hierbitas sobre un carbón produce una especie de humo como incienso, que es capaz de estimular la fertilidad y mejorar los embarazos de los cobayas.

El cuy se deja crecer para ser comido, pero el cuy de pelo negro, se utiliza para fines sorprendentes. El cuy de pelo negro, es para los sacrificios que se dan a la Pachamama o Madre Tierra cada año. Este sacrificio consiste en despojar al cuy de la piel y el pelo, el que posteriormente se hierve y sirve para producir ladrillos de adobe.

Cuando el cuy ha sido despojado de su piel, se coloca sobre un recipiente lleno de flores frescas, aromáticas y se ofrece como un regalo a la madre tierra, pidiéndose todos sus dones para los humanos.

Los cuys demoran entre 3 y 4 meses para tener un tamaño que les permita ser comestibles. El cuy se puede comer cocido o asado, y siempre es rico.
Los tejidos hechos a mano son un arte tradicional del Valle Sagrado, y es común ver personas que hacen sus tejidos para subsistencia, utilizando lanas naturales, tinturas naturales que son producidos por los mismos habitantes, utilizando las flores, y los hongos que se posan sobre los cactus.

La materia prima para crear color, se hierve en un cuenco grande por varias horas, y la lana se inserta en esta agua por una media hora, cuando ya está fría. Las mujeres se dedican a este oficio desde que son unas niñas, y es evidente que aman realizarlo, aunque sea una labor pesada.

Los remedios incas son también algo tradicional, y hay hierbas que se utilizan en la medicina popular peruana, como el romero, que sirve para blanquear los dientes si se aplica directamente, o para desinflamar, si se prepara como té.

La chicha es también un producto tradicional que tiene una larga historia. Las casas en donde se produce chicha tradicional tienen de hecho, un palo en la entrada, del que cuelga una bolsa de plástico rojo con flores.

El modo de preparación de la chicha tradicional, es dejar el maíz amarillo en remojo durante la noche, lo que hace que el núcleo duro se ablande. En este punto, los granos ablandados son cubiertos por hojas y enterrados bajo una ligera capa de tierra que se deja secar por 8 días. En este proceso crecen brotes frescos que se secan nuevamente y después se muelen para luego ser hervidos por un día completo con otras plantas y flores. Se deja que flote una pasta que se produce con esto, y se separa la parte líquida. Se deja fermentar una semana y ya está lista la chicha. La chicha y el cuy son cosas tradicionales del Valle Sagrado.

Vía/ Peruthisweek, Foto/ Flickr (Marco en S.)

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.