Las zonas selváticas están caracterizadas por tener una inmensa cantidad de belleza natural los cuales deben ser conocidos y apreciados pues se debe tomar conciencia de la perdida ocasionada por la mano del hombre cuando no se toman las precauciones necesarias.
Iniciamos con las cataratas de la Resistencia; las cuales constan de cuatro caídas, dos de las cuales tienen una altura aproximada de 22 metros y las restantes unos 8 metros, además podremos observar mayores características de un típico bosque de selva alta donde podremos encontrar una gran variedad de árboles como Drago, yungul, camona, palmeras, cacao, helechos, bromelias, lianas, mata palo, ala de murciélago, pituca entre muchos otros.
La catarata de Santa María tiene una altura aproximada de 25 metros con un caudal débil que se desliza a través de una pared de roca, esta no tiene un acceso vial pero se puede llegar a ella con la ayuda de un guía, además se podrá gozar de otras cataratas durante el trayecto a pie de esta (sólo a la distancia porque su acceso es casi imposible debido a la densa vegetación).
La catarata el Gallito de las Rocas (llamada por ser el hábitat de esta vistosa ave) tiene una altura de 20 metros la cual forma en su base una poza de 4 metros de profundidad de aguas completamente cristalinas cuya temperatura promedio durante todo el años es de 23 º C.
Antes del descubrimiento del hábitat del Gallito de las Rocas por el expedicionario Henry Ginés en la cueva ubicada izquierda de la catarata, esta gruta natural era conocida como la cueva del diablo debido a una leyenda, en la cual se menciona la existencia de pepitas de oro dentro de la cueva extraídas por un aventurero que luego murió trágicamente. Pero actualmente se encuentra abierta al turismo y podemos disfrutar de todo su esplendor.
La cataratas de TSOMONTONARi se encuentran en estado natural y sólo se ha podido habilitar por el momento una pequeña trocha peatonal por lo cual su estado de conservación es envidiable.
Esta catarata esta formada por dos cursos de agua cristalina, una de 70 metros conocida como el Manto de la Virgen y la otra denominada Reina de los Vientos por tener un mayor caudal aunque con una menor altura (aproximadamente 40 metros).
Ambas cataratas forman un río lleno de vida en el cual se puede gozar de sus aguas pues se han formado posas de hasta 8 metros de profundidad propicias para nadar durante el tiempo que uno desee.
Vía | Satipo
Fotos | HENRY GINES S.