Es posible que muchos se sorprendan de escuchar que en Perú hay islas y vida marina, porque es algo común leer que este país se queja amargamente de no contar con mar, y como en los textos nunca se especifica bien que se trata de una porción de mar para hacer negocios, uno deduce que no tienen nada de mar, lo que no es así, ya que en Perú hay playas, islas y mares para la entretención.

Las Islas Ballestas, situadas frente a las costas de Paracas en Perú, aguardan a los turistas visitantes, con su sol brillante y cielo azul sin nubes. Las olas que rodean a estas islas, son suaves y ondulantes, por lo que navegar sobre ellas es como un descanso sobre una mecedora.

En las islas, hay una reserva natural con múltiples especies de aves, focas y otras especies marinas. Sobre una duna de arena, antes de llegar a las islas, hay un gran símbolo tridente que se llama “El Candelabro de los Andes”. Este símbolo, según los arqueólogos debe ser del año 200 A.de C., y nadie sabe realmente de donde salió ni el porqué de sus existencia.

Hay algunos mitos que intentan explicar la existencia de este candelabro, como que éste era el símbolo del tridente relámpago del dios Viracocha, hasta que era un marcador colocado por los piratas para mostrar donde estaría un tesoro. Sea cual sea la explicación, este candelabro es hermoso. Todos los turistas que pasan cerca de este lugar, sacan muchas fotos, antes de pasar a ver las islas y la fauna.

Apenas uno llega a la isla, ve cómo los lobos marinos custodian su territorio, y se siente también, el fuerte olor del excremento que dejan las aves sobre la isla. Este excremento se cosecha cada ciertos años, ya que se utiliza como abono.

Navegar cerca de las rocas que rodean la isla, puede dar algo de temor, aunque nada pasa, por muy cerca que se pase de ellas. Lo mejor de navegar desde tan cerca de la isla, es ver a los pingüinos Humboldt disfrutando del sol del atardecer sobre las grandes rocas, mientras las golondrinas pasan por ahí chillando sin parar.

Vía/ Peruthisweek