En Sechín, uno se encuentra rodeado por árboles de algarrobo, cactus, lagartos y colinas insertas en un valle desértico y caliente. En medio de todo esto, se levanta una pequeña estructura cuadrada, formada por envolventes y coloridas paredes, hechas de piedra y adobe, que están rodeadas por un muro de monolitos de piedra.

Este muro perimetral, tiene labrado las representaciones de antiguos sacerdotes y guerreros. Es fácil ver dibujadas vísceras y otras partes del cuerpo, que están allí insertas de un modo desafiante.

Las imágenes que pueden ver en las piedras, representan sacerdotes, guerreros, víctimas y animales. A veces se puede ver la relación que existe entre los sacrificios y la lluvia, así como entre el clima y el mar, que está a 10 kilómetros de distancia.

Las piedras de Sechín, se extrajeron de algunas colinas que rodean al valle, donde tambien se encuentra Sechín Alto, una pirámide con la base más grande de las Américas. Sobre las piedras, se ve escenas bélicas y personajes que reflejan los ritos de muerte y sacrificio que rodeo a esta cultura mientras existió.

Las complejas formas del Valle de Sechín incluyen sitios como El Huaro, Culebras, Moxeque, Aldas y el Valle Nepeña, así como el centro astronómico de Chaquillo, que es un sitio muy atractivo y curioso para visitar. Este sitio está a unos 375 kilómetros de Lima.

El centro político y administrativo de la cultura Sechín, que ya tiene más de 3.500 años de antigüedad, fué descubierto por Juan C. Tello en 1937, y hoy, a tantos años de su descubrimiento, nuestra misión como viajeros, es irlo a ver y comentar acá.

Vía/ Peruthisweek