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Cerca de la cima de las montañas del Machu Picchu, las nubes pasan lentamente y el tiempo pareciera que pasara más lento de lo que en realidad transcurre.

A través de las maravillosas ruinas del Machu Picchu, se puede ver como fluyen las nubes blancas en el cielo, que más parecen copos de algodones. Un viajero normal quisiera quedarse ahí todo el día, pero hay que moverse y el hambre ataca de todos modos cerca del mediodía.

Explorar el Wayna Pichu, es una aventura que sólo se recomienda a los amantes de las montañas, porque este es un sitio histórico inspirador. La caminata hacia arriba de la cima, es empinada y dura, de casi una hora. Una vez que ya se está arriba, no dan ganas de volver a bajar y es posible quedarse pegados mirando los escalones, sin verle un sentido hasta que obligadamente se tiene que bajar.

En la cima del Wayna Picchu, se puede gatear a través de una pequeña cueva que está señalizada en su camino con un cartel que dice “Gran Caverna”, y muestra señaléticas que van hacia la derecha, mientras en la parte inferior de la señal dice que el camino es de 40 minutos.

En la misma entrada de la Gran Caverna, es normal ver a personas que cuidan y se quedan a dormir en el lugar. Éste es el lugar preciso para comer algo, rodeados de la vista panorámica que regalan las montañas cubiertas de selva con unas nubes que oscurecen todo de vez en cuando a su paso. Como podrán imaginar, este lugar es como hijo del silencio.

Desde la cima del Wayna Pichu, se ven las ruinas del Machu Picchu, y es posible quedarse horas mirando este lugar. También es muy posible que consigan conocer a otros turistas que están tanto o más impresionados que uno.

Las llamas son parte del paisaje, y tomar fotos es también un acto obligatorio. Hay que darse tiempo para vagar a través de los edificios y el pasado del Templo del Cóndor. Es posible que vean atravesarse vizcachas de color gris, que adornan el paisaje con su adorable presencia.

La ardua caminata puede terminar al final del día, y sus piernas seguramente quedarán muy cansadas, pero el recuerdo y la experiencia serán memorables el resto de sus vidas.

Vía/ Peruthisweek

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