En Piura todo es cálido, desde el clima hasta la gente, y hoy es también uno de los principales productores agrícolas que podrás encontrar en tus viajes a Perú.

La capital de Piura, que lleva el mismo nombre, tiene una industria pesquera muy rentable, además de ser el centro urbano que recibe la gasolina a través del oleoducto que atraviesa la selva por el lado norte del país. La Plaza de Armas de la capital da la sensación de que esta enorme ciudad fuera todavía un pequeño pueblito.

Piura es la ciudad colonial más antigua del Perú. En su centro todavía se conservan estructuras españolas, aunque gran parte fue destruida por el terremoto de 1912. Piura fue siempre considerada tan rica, que hasta los piratas la saquearon en algún momento.

La Plaza de Armas de Piura se encuentra vigilada por la estatua de la libertad, mientras en una esquina se encuentra la Catedral, que exhibe un campanario imponente. En Piura han nacido grandes hombres que han aportado a las letras y al arte, poetas como Carlos Augusto Salaverry y Merino, quien estudio y murió en Paris, dejando tras de sí una inmensa colección de obras extraordinarias.

La ciudad se encuentra dividida en dos por el río Piura, dejando a un lado el barrio de negocios y al otro los nuevos suburbios, y en los alrededores, los barrios de chabolas. A través de Piura fluyen tres ríos, el Piura, Huancabamba y el Chira, que impulsan los cultivos y guardan agua para los tiempos en que faltan en las represas.

Muy cerca de Piura se encuentra el pueblo de Simbil, donde viven artesanos y alfareros que elaboran copitas donde preparan una rica chicha, bebida de maíz fermentado que es propia de todo el país.

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